domingo, 13 de febrero de 2011

Despido de Aristegui Confirma Necesidad de Medios Independientes

1. El despido de Carmen Aristegui de su programa de radio y TV en Multivisión, por órdenes presidenciales y empresariales, ya se lo saben todos de memoria, pues hace dos años sufrió la misma experiencia. El argumento es sencillo: ‘No cabe ya en nuestra línea de programación, por sobrepasar los límites’. Lo extraño en el sistema capitalista y comercial seria que una persona, siendo independiente y crítica del sistema, trabaje mucho tiempo sin que la corran. En el capitalismo para permanecer en estos medios casi siempre los empleados tienen que lamer las botas a los empresarios y para ascender en la pirámide sólo habría qué imaginar cuánta vergüenza más se debe pasar. Personajes como López Dóriga, Alatorre, Loret de Mola, Trujillo, Gómez Leyva, Cárdenas, Dresser, Ferriz de Con, etcétera, no necesitan mucha capacidad o simpatía popular; lo importante es que sean incondicionales a la empresa y no sean impugnados por las fuerzas del capital.

2. Aristegui es conocida en México y en varios países. Por su enorme presencia y popularidad, no hay duda que se le escuchará y se le verá en los próximos meses hasta que la corran nuevamente, mediante cualquier pretexto, haciéndole un bien porque su popularidad se agiganta en cada movimiento: hoy se habla inclusive de hacerla candidata al gobierno de la Ciudad de México. Esto demuestra una vez más que los gobiernos y empresarios mexicanos son muy atrasados, que pertenecen a la Edad Media, puesto que no tienen capacidad para soportar ni siquiera a Aristegui que es tranquila, muy plural y equitativa. ¿Cómo esperar que puedan permitir una radio o TV con posiciones izquierdistas en la que los trabajadores y luchadores sociales puedan expresarse con libertad.

3. Pero a Aristegui, a pesar de no ser izquierdista, sino simplemente una periodista imparcial, la derecha extrema (gobierno de la República, panistas, empresarios, derechistas, y un fuerte sector priísta) la presenta como instrumento de López Obrador, incluso de socialistas que buscan desestabilizar al gobierno. Como sucedió después de ser cesada de W Radio a más de dos años. Carmen iniciará nuevamente su recorrido por varios estados del país cubriendo cientos de invitaciones a conferencias, actos políticos, presentaciones de libros y demás reuniones que buscan escuchar sus saludos y opiniones. Se necesitan más Aristeguis, pero que no estén dependiendo de la empresa privada o del gobierno. Se ha demostrado el gran poder de los medios de información en este sistema y si se quiere dar una batalla general equitativa y superior, se tienen que construir más instrumentos independientes. Por eso no puedo más que apreciar lo que muchos de mis amigos realizan en este campo en varios lugares.

4. Lo importante es que en esta nueva coyuntura de protesta y movilización creada a raíz de esta expulsión de Aristegui, se luche por crear y fortalecer la radio comunitaria, la radio y TV independientes, las radios universitarias libres, que serían los únicos medios donde podrían surgir los programas y las voces libres. Lo que ha sucedido con Aristegui nos debe poner a trabajar con más intensidad a fin de fortalecer la participación de las izquierdas en proyectos contraculturales y anticapitalistas.

5. En México hay toda una historia de periodistas corridos de los medios por el hecho de ya no caber en la línea editorial y sobrepasar los límites de la prensa burguesa. Hasta el mismo Zabludovski que llegó a ser durante más de 20 años ‘soldado’ del presidente e incondicional de Azcárraga Milmo, fue corrido siendo una institución porque fuerzas internas y externas lo pidieron. A Manú Dornbierer, por rebelde la han expulsado de varios medios y también a quien esto escribe. Sin querer compararme con nadie puedo decir que en 35 años de articulista -con cuatro o cinco notas por semana- he sido corrido (o me han dejado de publicar) en seis periódicos: en 1977 en Excélsior, en 1985 en Unomásuno, en 1996 en Diario de Yucatán, ese mismo año en Por Esto!; a los dos años en el Financiero Sureste y por último en el diario Mundo al Día. El único argumento que comprendí fue: "no cabes ya en nuestra línea política editorial, sobrepasaste los límites".

6. Así funcionan en México, quizá en todo el mundo, los medios de información capitalistas o comerciales: arriesgan un poco para dar cabida a una oposición con el fin de demostrar "pluralidad" y ganar clientela; luego, sin que te digan "agua va", la desaparecen sin dar una razón verdadera. El objetivo de cualquier empresa es, siempre ganar dinero; pero ojo, cuando el capital en su conjunto siente peligro une sus fuerzas para destruir o extirpar cualquier oposición. Por eso lo que le ha sucedido a la Aristegui es sólo un episodio de las luchas que se deben radicalizar en las calles contra el capital. Está bien gritar: reinstalación de Carmen, libertad de expresión, respeto a la disidencia; pero también -para demostrar el verdadero fondo del problema- hay que gritar: ¡abajo el capitalismo, muerte a la explotación, viva la lucha independiente y profundización de la lucha de clases! Lo demás es seguir lamentando nuestras derrotas.

7. La batalla por los medios de información en México no es porque se habrán más medios burgueses para que haya variedad o pluralidad, sino luchas por abrir la mayor cantidad de medios comunitarios, independientes y contraculturales. Nos hace recordar la gran experiencia de la APPO en Oaxaca que en medio de las fuertes movilizaciones en las calles tomaron por varias semanas radios y televisoras -no para repetir los mismos programas burgueses y comerciales- para programar, mensajes, música, teatro, conciertos, en los que los maestros, representantes de organizaciones y los luchadores sociales, programaban a partir de los intereses del pueblo. No necesitaron a especialistas en comunicación, les bastó tener algunas ideas progresistas y una enorme voluntad para que las cosas salgan. Seguramente más adelante iban a requerir de estudios, pero por lo menos durante ese tiempo Oaxaca contó con una radio y una TV que les creaba más conocimientos y conciencia de clase. Construyamos junto a Aristegui otro proyecto cultural.