viernes, 5 de marzo de 2010

Alto a la pedofilia clérica.

Desde hace algunas décadas la pederastía por parte del clero y fanáticos religiosos ha sido un cáncer en el

país. Últimamente( gracias a las luchas y protestas para que exista libertad de expresión)nos hemos enterado

de casos añejos y no tanto , de encubrimientos a nivel local y mundial, acuerdos con políticos que a veces

también se deleitan con esta parafilia.
Es tiempo de cerrar iglesias, abrir más escuelas y concientizar a los padres de familia a que actuen con

sentido común con sus hijos y eviten "por tradición": obligar la obediencia a los clérigos,asistir al

catecismo, ir a misas, leer la biblia o textos inútiles y escuetos.
Hoy en día y con tantos medios de comunicación e información y gracias a las libertades ganadas con la lucha

proletaria se puede acceder a información educativa, formadora y decente; en pleno siglo XXI no es pecado

(como si interesara)hablar de sexo abiertamente con los niños, oriéntenlos y prevénganlos de las

depravaciones, del mal que pueden sufrir a manos del Clero(física y mentalmente).
Deberíamos hacer como en Tabasco, una quema de iglesias y linchamiento de sacerdotes abusadores de poder y pedófilos.
No sé porqué se queja el Clero de los homosexuales, si en su misma congregación los hay; pero lo peor es que practican otras filias. Hay que cortarles sus órganos y obligarlo a comerse sus huevos a ver si así escarmientan.

Le piden trabajo al mismisimo Falderon y se hace wey.

“No le quites el trabajo a los mexicanos”
Claudia Herrera, enviada

Periódico La Jornada
Viernes 5 de marzo de 2010, p. 43
Tultitlán, Méx., 4 de marzo. El presidente Felipe Calderón escuchó los reproches de la señora Elsa Ramírez porque su marido quedó desempleado al decretarse el cierre de Luz y Fuerza del Centro.

Al concluir su visita a este municipio, donde inauguró el hospital de especialidades Bicentenario de la Independencia, el michoacano caminó en medio de las vallas metálicas mientras se escuchaban algunas porras de “¡Felipe, Felipe!”, provenientes de burócratas de la FSTSE.

Entonces la mujer aprovechó para llamar la atención del mandatario.

“¡No le quites el trabajo a los mexicanos, dales más, por favor! Nos dejas sin comer y sin estudios a nuestros hijos. ¡Por favor, por favor, atiéndeme!”, gritaba.

El Presidente se regresó y le preguntó dónde trabajaba.

Ella explicó que pedía empleo para su marido.

Calderón insistió en que dónde trabajaba.

“En Luz y Fuerza, de manera cumplida y honesta”, respondió Ramírez.

“Puede trabajar si él lo decide”, planteó el Presidente.

La mujer le reviró: “sí, dele un trabajo aquí, yo vengo con él”.

En ese momento el mandatario siguió su camino para abordar el helicóptero que lo llevaría de regreso a la residencia de Los Pinos.
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Para los que creen que mentándole su madre este wey va a reaccionar, a leguas se nota que las mentadas se le resbalan.